La Fundación La Casa que Ahorra considera que la rehabilitación de edificios constituye la mayor oportunidad de ahorro energético a nuestro alcance

Cada invierno, millones de edificios en nuestras ciudades y pueblos derrochan cantidades ingentes de energía, contribuyendo a la contaminación por CO2, a la dependencia energética y a lastrar la competitividad de la economía. Energía que se disipa invisible a nuestros ojos y que pagamos entre todos. Con el Programa de Diagnóstico Energético del Hábitat Urbano, desde la Fundación La Casa que Ahorra queremos hacer visible esta realidad: un problema que, visto desde el lado positivo, constituye probablemente la mayor oportunidad de ahorro energético que está a nuestro alcance.

El 80% de los edificios de nuestro país, unos 17 millones, fueron construidos hace más de 20 años, sin tener en cuenta los criterios de eficiencia energética que conocemos hoy en día. Extrapolando datos de Europa, se calcula que la energía que consumen nuestros edificios asciende al 41% del total nacional: más que el transporte (33%) y más que la industria (26%). Mientras que industria y automoción llevan décadas desarrollando medidas de eficiencia, nuestros viejos edificios siguen y van a seguir ahí. Si llegaran a actualizarse podrían ahorrar hasta el 90% de la energía que consumen, o lo que es lo mismo: el 30% del total de energía consumida en España.

De ahí la importancia de desarrollar diagnósticos energéticos del hábitat urbano, ya que nos permitirá dar a conocer los problemas de eficiencia más frecuentes en nuestros edificios, y lograr una mayor concienciación y sensibilización mediante la divulgación de estos resultados a la ciudadanía.

El objetivo de la Fundación La Casa que Ahorra es divulgar una nueva cultura de la edificación que contribuya a transformar el modo en que las viviendas y oficinas utilizan la energía. La Fundación promueve la utilización generalizada de sistemas y técnicas energéticamente eficientes en la construcción de edificios nuevos y en la rehabilitación de los existentes