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Un ejemplo de Etiqueta Energética: BBC- Effinergie

El colectivo francés Effinergie, creado en el año 2006 y formado por las administraciones regionales francesas, asociaciones de eficiencia energética, colectivos industriales y entidades bancarias, entre otros, puso en marcha en 2007 la etiqueta BBC-Effinergie gracias al impulso de la regulación térmica en Francia. Desde su creación, el éxito de esta etiqueta ha sido notable, dado que (según datos de 30 de septiembre de 2011) se ha aplicado a 42.000 viviendas individuales, 230.0000 viviendas colectivas y 543 establecimientos terciarios que han supuesto un total de 4 millones de metros cuadrados.

Derivado del contenido de la reglamentación térmica francesa, la denominada RT 2012, Effinergie lanza la etiqueta Effinergie + y un proyecto piloto de experimentación.

La nueva etiqueta responde de alguna manera a la evolución tecnológica y de equipos que se ha ido produciendo desde la creación de la primera, para lo cual se necesitaba una certificación más amplia que perfeccionase los estándares, y que además permitiese, en un futuro, servir de instrumento para dirigir las ayudas o beneficios fiscales hacia aquellos beneficiarios que cumpliesen con los requisitos más exigentes.

Respecto a la anterior certificación, Effinergie + posee mejoras en la medición de la eficiencia energética y mayores exigencias al respecto de la envolvente del edificio, la estanqueidad y los sistemas de ventilación y permeabilidad. Así por ejemplo, se requiere una evaluación de los valores de consumo, el establecimiento de contadores, el análisis de la parte del consumo cubierto por la producción local de energía de origen renovable o la cuantificación de las emisiones de gases de efecto invernadero, entre otros.

Hoja de ruta hacia edificios de energía positiva

La experiencia piloto Effinergie tiene como fin acercarse a definir en el futuro los denominados edificios de energía positiva, es decir, aquellos que producen más energía que la que consumen. Esta hoja de ruta, no obstante, plantea distintos retos técnicos; uno de ellos es evitar la generación de desigualdades entre las diferentes zonas geográficas de Francia, dado que favorece más a las áreas mediterráneas; otro de ellos es la problemática de la densidad urbana, dado que se tiende a apostar por ciudades compactas y no favorecer su expansión.

Un ejemplo de los más citados en Francia sobre edificios de energía positiva, es el edificio de Oficinas “De Bonne Energie”, situado en Grenoble, de 1.600 m2. El edificio cuenta con numerosos sistemas de eficiencia energética, entre los que destaca el denominado “Buchon thermique” (Tapón Térmico) que consiste en el sellado de ventanas de todo el edificio por la noche, consiguiendo con este procedimiento que la temperatura de la vivienda, durante la noche, unicamente descienda 1 ºC con respecto a la temperatura registrada en el interior del edificio ese mismo día.

Este conjunto de sistemas de eficiencia energética ha permitido que el consumo anual del edificio sea de 28,74 kWh/m2 (41.300 Kw/h anuales) mientras que la capacidad de generación eléctrica, a través de paneles fotovoltaicos (435 m2), sea de 47.500 Kw/h al año, lo que ha supuesto que la producción de energía sea mayor que el consumo.

Esta iniciativa francesa pone de manifiesto cómo el compromiso de diferentes partes, entre ellas la administración, ha generado una herramienta voluntaria que prima el comportamiento eficiente de los edificios, en términos energéticos. Las cifras demuestran la gran aceptación lograda y la necesidad de adaptarla a nuevos requisitos, más exigentes.

En el año 2005 Francia planteó como objetivo dividir por 4 las emisiones de 1990 para el año 2050, para lo cual la reducción en 2012 debía ser de un 12% y en 2020 de un 20%

En España, se avanza desgraciadamente a otro ritmo. En un análisis muy breve puede decirse que a día de hoy está en trámites de aprobarse el procedimiento básico para la certificación de eficiencia energética de edificios existentes, que sólo 10 comunidades autónomas han desarrollado el procedimiento básico para la certificación de eficiencia energética de edificios nuevos, y que está pendiente la primera revisión del Código Técnico de la Edificación, momento de oportunidad para fijar objetivos más cercanos a los establecidos en otros países como Francia. Y por supuesto, aun estamos lejos de que exista un instrumento voluntario como la etiqueta Effienergie +, que prime la eficiencia energética de los edificios españoles.

Más información: http://www.effinergie.org/index.php/actualite/1048-le-label-effinergie