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La Fundación La Casa que Ahorra se suma a la celebración del Día Internacional de la Tierra

El Día Internacional de la Tierra es una actividad que se desarrolla anualmente a nivel mundial el día 22 de abril. Se viene celebrando desde el año 1970 y se trata de una fecha muy importante ya que estamos festejando el nacimiento del planeta.

La Fundación La Casa que Ahorra se suma un año más a esta onomástica para sensibilizar a la población de que hay mucho que nosotros podemos hacer y que está al alcance de nuestras manos. "Todos podemos aportar nuestro grano de arena, tenemos que contribuir a un medio ambiente saludable y sostenible, hacer frente al cambio climático, y proteger la Tierra para las generaciones futuras", explica Jordi Bolea, gerente de esta institución.

El Día Internacional de la Tierra 2016 está dedicado a los árboles y el objetivo es plantar 7,8 millones en los próximos cinco años. Se ha elegido esta temática porque los árboles ayudan a combatir el cambio climático, a respirar aire limpio, a contrarrestar la pérdida de especies y también ayudan a las comunidades y sus medios de vida.

Tenemos que tener en cuenta que el planeta en que vivimos ha experimentado muchos cambios que son debidos a la acción del hombre. El consumo excesivo de energías derivadas fundamentalmente del petróleo y la consecuente emisión de gases con efecto invernadero son una de las amenazas más inminentes. En Occidente hemos alcanzado un modo de vida de gran calidad y confort, pero algunos de los elementos de este sistema se han revelado insostenibles y el derroche de energía es uno de ellos. Una de las estrategias para superar este problema consiste en buscar fuentes de energía alternativas y sostenibles. La otra, desarrollar conocimiento y tecnología para reducir las necesidades energéticas de nuestra sociedad y a esta última estrategia es la que dedicamos los principales esfuerzos de la Fundación La Casa que Ahorra.

Como comenta Jordi Bolea, los hogares en Europa consumen el 41% de la energía total, más que la automoción, más que la industria. Y tenemos la posibilidad de reducir dicho consumo hasta un 90%. Es un objetivo ambicioso, pero a nuestro alcance. "Queremos contribuir a recuperar el equilibrio del planeta en que vivimos, empezando por nuestras propias casas y edificios. La solución está a nuestro alcance".