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Ahorrar #energía te puede salir gratis

Una Casa Que Ahorra tiene la misión principal de asegurar el confort y un ambiente saludable para sus ocupantes, manteniendo una temperatura constante, y evitando corrientes no deseadas, humedad o ruidos. Como se ha hablado en anteriores ocasiones, esto se puede conseguir con un óptimo aislamiento térmico en paredes y techos; sin embargo, la mayoría de las viviendas españolas carecen de niveles de los aislamientos más básicos, una de las principales causas de la pobreza energética en nuestro país.

Las medidas de microeficiencia energética combinan cambios de hábitos e inversiones reducidas que permiten, a una escala menor que los potenciales resultados que ofrece una rehabilitación energética integral, reducir las pérdidas energéticas de una vivienda y mejorar su confort.

Veamos algunos consejos que sólo implican un cambio de hábitos o comportamiento y que no suponen realizar ningún tipo de inversión:

1) No tapar los radiadores con ropa húmeda: Colocar ropa húmeda para su secado sobre radiadores impide que estos calienten el aire de la habitación, además de aumentar la humedad ambiente pudiendo producirse condensaciones. En caso de no disponer de una habitación tendedero, ni secadora, es recomendable tender en un tendedero plegable en una zona de la vivienda soleada y ventilada.

2) Programar el termostato a una temperatura adecuada: En caso de que la vivienda tenga este aparato, simplemente modificando su programación se puede ahorrar energía. La temperatura de confort en una vivienda en invierno es de 21ºC en horario diurno, bajando a los 18ºC en horario nocturno o en las habitaciones secundarias. Dado que aumentar 1ºC la temperatura ambiente es más costoso energéticamente que el grado anterior, cada grado por encima de los indicados supone un mayor derroche energético y económico. Los termostatos ayudan a mantener una temperatura adecuada y estable en una vivienda, pudiéndose programar, en el caso de los cronotermostatos, para que la vivienda comience a calentarse antes de volver a la misma tras estar ausentes.

3) Eliminar los consumos fantasma: La mayoría de los aparatos eléctricos con funciones en stand by consumen energía incluso cuando no se utilizan. La vitrocerámica, el aire acondicionado, ordenadores o televisores, que sólo son usados de forma efectiva durante cortos periodos de tiempo, realizan un consumo fantasma durante las 24 horas del día simplemente por estar conectados a la red. Simplemente utilizando los diferenciales en el cuadro de luz, se pueden desconectar de forma rápida algunos de estos aparatos (vitrocerámica, bomba de aire frío/calor) mientras no se les da uso, eliminando su consumo fantasma.

4) Aprovechar la iluminación natural: La iluminación es un elemento clave en una casa confortable. Utilizar al máximo la luz natural no solo permite ahorrar energía, sino que proporciona un espectro lumínico más completo y de calidad, más adecuado para la vista humana y con beneficios sobre la salud. Además, en los meses fríos aprovechar la radiación solar es de gran utilidad para mantener la vivienda a una temperatura adecuada. Cuando no se puede disponer de luz natural, el uso de iluminación led ofrece luz artificial de calidad y ahorros superiores al 85% frente a las bombillas tradicionales.

5) Usar persianas, cortinas y alfombras: Los elementos decorativos como persianas, cortinas y alfombras realizan la doble función de mejorar el aislamiento de los suelos y paredes en los que se colocan, además de frenar corrientes de aire que se estén produciendo.

6) Electrodomésticos: Los electrodomésticos suponen un importante consumo energético en una vivienda, más aún en el caso de las neveras y frigoríficos que deben funcionar durante las 24 horas del día. Para potenciar su eficiencia es importante realizar el mantenimiento y limpieza aconsejado por el fabricante; en el caso de las neveras, se puede evitar la pérdida de energía limpiando periódicamente la parte trasera o  adecuando la potencia del frigorífico, según la estación del año, al nivel necesario para que los alimentos se conserven en buen estado. Cuando se dispone además de una nevera de mayor tamaño del necesario, es recomendable ocupar el espacio vacío con garrafas de agua, mejorando la inercia térmica de su interior y evitando que el motor tenga que realizar un esfuerzo adicional cuando se reponen mensualmente nuevos productos.

7) Ahorrar agua: Cada vez que se utiliza agua caliente gran parte del calor utilizado para calentarla se vierte por el desagüe. De tal modo, la adopción de hábitos de ahorro en el uso del agua caliente, como la elección de programas de ahorro de energía en lavadoras, también procuran un ahorro energético.

8)  Utilizar ventilación natural: Igualmente importante es renovar el aire de una vivienda, tanto para mejorar su calidad evitando que se acumulen contaminantes y humedad, como para aprovechar la temperatura del aire en la climatización. Siendo únicamente necesarios 10 minutos para que una vivienda renueve completamente el aire, es importante realizar esta ventilación en las horas centrales del día durante el invierno, coincidiendo con la temperatura máxima diaria, o a primera hora de la mañana en verano. En cualquier caso, es de vital importancia no abrir las ventanas cuando las condiciones climáticas exteriores son adversas, siendo preferible regular la temperatura interior con un termostato en invierno, o hacer uso de un ventilador en verano.

La sensibilización de los ciudadanos es una medida clave para lograr que adquieran hábitos de ahorro energético y entiendan que la energía es un recurso escaso que no puede ser despilfarrado. El ciudadano concienciado que comienza a adoptar hábitos de uso razonable de la energía será capaz de llevar a cabo medidas de eficiencia energética y de aprovechar al máximo las ventajas de las mismas.

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