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La energía que se pierde no se ve

El gerente de la Fundación La Casa que Ahorra, Alberto Coloma, ofreció una charla sobre los hogares eficientes en los encuentros que se están celebrando en la Oficina de Cambio Climático, organizados por el Ayuntamiento de Santander

“La energía que se pierde no se ve, y sobre algo que no vemos es muy difícil actuar, aunque nosotros podemos hacer muchas cosas para ahorrar energía en casa”. De esta forma explicaba Alberto Coloma, gerente de la Fundación La Casa que Ahorra durante su intervención ayer, 24 de noviembre, en el ciclo de conferencias organizado por el Ayuntamiento de Santander y que se está celebrando en la Oficina de Cambio Climático.

El consumo de energía en los hogares es muy dispar pero, por término medio, el mayor porcentaje se lo lleva la calefacción/climatización, mientras que la iluminación puede alcanzar el 16% y los electrodomésticos el 13%. Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, IDAE, la calefacción consume el 50% de la energía que gastamos en casa, cifra que puede alcanzar el 70% en aquellas zonas más frías/calurosas. Pero, ¿cómo se pierde esta energía? Alberto Coloma explica, volviendo nuevamente a las mismas fuentes, que a través de la renovación del aire se pierde el 20%; por la envolvente, es decir, los muros y tejados, el 25% y 30%, respectivamente; por la presencia de puentes térmicos el 5%; el suelo supone el 7% y las ventanas el 13%, aunque puede llegar hasta el 20%.

El gerente de la Fundación La Casa que Ahorra explicó a todos los ponentes que debido a la invisibilidad de estas pérdidas energéticas los ciudadanos no somos conscientes de la pérdida económica que se está produciendo, pero a través de una cámara termográfica el usuario puede visualizar lo que “derrocha” y permite concienciar sobre la necesidad de la rehabilitación para conseguir una buena eficiencia energética en su vivienda. Gracias al convenio alcanzado con la Federación Española de Municipios y Provincias, FEMP, se va a elaborar en el invierno 2011-2012 un Programa de Diagnóstico en cinco ciudades. Arahal, Granollers, Santander, Segovia y Madrid han sido las seleccionadas para realizar este estudio, cuyas conclusiones se darán a conocer para establecer las medidas de ahorro pertinentes.

Viviendas de consumo casi nulo

Uno de los objetivos marcados por la UE para el 2020 y en el que España también se ha comprometido, es alcanzar viviendas de consumo casi nulo. Alberto Coloma expuso como ejemplo una vivienda localizada en Dinamarca, la cual con 20 m2 de paneles solares, era capaz de generar la energía suficiente para abastecer 150 m2 de vivienda. El motivo de que esta vivienda con una superficie elevada pueda ser sustentada con tan pocos paneles solares es debido al buen diseño en cuanto a aislamiento que presenta. Si este caso lo trasladáramos a España, nos encontraríamos que para abastecer a la misma casa, sería necesario 232 m2 de paneles solares.

Para contar con un hogar que nos proporcione ahorro energético, comentó el gerente de la Fundación, es necesario que tenga una orientación favorable, un diseño eficiente, un aislamiento óptimo y una ventilación adecuada. Pero si la vivienda es antigua, también tenemos en nuestras manos muchas posibilidades, como por ejemplo la implantación de energías renovables o equipos de última generación, pero sin duda estas posibilidades serian inútiles mientras que la envolvente del edificio sigua presentando pérdidas furtivas. A través del Programa de Diagnostico Energético del Hábitat Urbano, la Fundación La Casa Que Ahorra quiere dar la importancia que se merece a este hecho con el fin de que cada vivienda que se rehabilite, sigua los estándares apropiados para poder conseguir entre todos que nuestros edificios sean de consumo casi nulo.