Arriba

La gestión “ecológica” de la energía

Gestionar ecológicamente la energía que consumen nuestros edificios es sencillo. Por orden de importancia, se deben tomar un cierto número de decisiones que conllevan distintas soluciones para ahorrar energía, dinero y, a la vez, cuidar el entorno. Estas decisiones se tomarán, además, siguiendo un plan dividido en tres etapas, conocido como el “triángulo de la energía” o la “triada” energética:

  1. Reducción de la demanda de energía.

    Consumir lo necesario y racionalizar el uso que hacemos de la energía es la primera etapa y una de las más importantes si queremos comenzar a ahorrar. Empezaremos a hacerlo si mejoramos las fachadas y cubiertas de nuestra vivienda; si las dotamos del óptimo aislamiento y de acristalamientos con vidrios bajo emisivos de alta eficiencia energética . Si conseguimos garantizar la máxima estanqueidad de esos cerramientos y la mejor calidad del aire interior sin pérdidas innecesarias de energía gracias a sistemas adecuados de renovación de aire. Las soluciones técnicas para conseguir un uso eficaz de la energía en nuestra vivienda son numerosas y, sobre todo, están ya a nuestro alcance. Además, todas las mejoras que hagamos en nuestra vivienda tienen una vida útil similar a del edificio mismo y no requieren ningún mantenimiento. Y, por si fuera poco, todas estas medidas no solo no nos suponen sacrificio alguno ni pérdida de bienestar, sino que aumentan nuestro confort y, en definitiva, nuestra calidad de vida.

  2. Uso de energías renovables.

    La siguiente etapa en nuestro plan de acción es escoger y utilizar siempre que sea posible energías renovables, que provengan de fuentes limpias. Pero incluso aquí tenemos que volver sobre el punto anterior y se pone de nuevo de manifiesto la importancia de la reducciónd e la demanda de energía. Si nuestros hogares son auténticos despilfarradores de calor y energía, necesitaran, por ejemplo, paneles solares mucho más grandes que los que se podrían emplear si la energía que obtenemos de ellos se aprovechara de forma óptima.

  3. Equipos eficientes.

    Por último, interesa que los equipos que empleamos en la producción del frío o del calor que necesita nuestro confort,sean también altamente eficientes. Disponemos ya hoy de equipos de última tecnología y máximo rendimiento energético .

¿ Cómo es una casa que ahorra ?

La Casa que Ahorra es tan confortable como una casa convencional, o incluso más, pero demanda entre un 70% y un 90% menos de energía.

Aislamiento óptimo

Tendemos a pensar que la ineficiencia energética tiene que ver con el modo en que generamos el calor o el frío de la casa. Pero en realidad son las pérdidas o las entradas indeseadas de calor las que ponen de manifiesto si la energía se derrocha o no. Por eso La Casa que Ahorra tiene un aislamiento optimizado en sus fachadas, cubiertas y huecos acristalados.

Diseño eficiente

Las pérdidas o entradas indeseadas de calor en nuestras casas se producen sobre todo a través de sus muros y cubiertas. Cuanto mayor sea la superficie expuesta de estos cerramientos con respecto al volumen total interior de la vivienda, mayor será también el riesgo de despilfarro de energía. Por eso, en la medida de lo posible, conviene optar por diseños compactos reduciendo también al máximo los elementos que sobresalgan del edificio.

Orientación estratégica

Una casa correctamente orientada se calienta gratuitamente en invierno gracias al sol, o se mantiene fresca en verano con menos demanda de aire acondicionado. Cada zona geográfica tiene su clima y las casas deben adecuarse a éste desde el inicio de su proyecto, tanto si trata de nueva construcción como si se va a rehabilitar una existente.

Ventilación controlada

Una casa que ahorra tiene un ambiente saludable y sano y para ello necesita una correcta renovación de aire, controlada y suficiente. El fallo más habitual son las fugas de aire incontroladas, normalmente en los puntos de ensamblaje entre ventanas, fachadas, estructuras y otros elementos constructivos.

Construida con materiales sostenibles

De nada sirve que la casa ahorre energía si los materiales que la forman son insostenibles. La casa que ahorra ha de tener una "huella ecológica" conocida y reducida. Para ello debe ser construida con materiales respetuosos con el medio ambiente a lo largo de toda su vida útil.

ver más